sábado, 16 de noviembre de 2013

Sol(y)edad.


Tiene mi edad y cada día ella es más joven y yo mas viejo. Cada día más arrugado, horrorizado cuando contemplo el espejo y comienzo a atisbar en mi rostro los estragos con los que el tiempo nos va marcando; la noto alrededor danzando, gozando de la libertad de pasearse por mis adentros removiendo a su antojo todo lo que fue y ya no existe, todo lo que es y no me deja ver, todo lo que será y que ahora no puedo contemplar.

No le importa como vestirse, ni moverse, ni si se ve guapa o fea. Soledad en ocasiones tiene una gran cabellera rizada, en otras ocasiones viste esa sonrisa que cada día me cuesta reconocer más; A veces se recuesta en una cama que ya no uso y donde se desperdiciaba pasión por vicio. Y ya ves, me recuerda que el amor es cosa dos, que con ella el cupo esta cubierto....Y yo sin mirar vierto en mis adentros algo que me haga olvidar. 


Porque últimamente, mis ojos son dos hielos; mi cuerpo cristal, y mi sangre liquido para limpiar voces que son coces a mi estómago y dramas que paren claros en mi sien. Porque mi aliento se alienta con humo, sin evitarlo fumo y consumo inconsciencia voluntaria como forma de eutanasia momentania. Porque Soledad viene, para amar tan fuerte que te puede ahogar; para mirarte y cantarte una nana que nadie más vendrá interpretar. Porque es ella, porque soy yo. Porque a falta de amor queda costumbre, y falta de sonrisas, vivir esperando Sol(y)edad.